Burbuja Galactica

Believe it or not...George's not at home.


Not quite Amelie

Encanto Flamenco

Me encanta el francés (el idioma, mal pensados!); lo estudié durante cuatro años en la Alianza Francesa y probablemente sea la única persona que piense que ese instituto es una chuleria, con esa biblioteca...y el cine donde pasaban clásicos del cine francés (me acuerdo la primera vez que ví "Diabolique" ahi, salí tan emocionada de haber visto una pelicula tan buena, que en el camino a casa se la conté entera a mami)...en fin, que los franceses se lo tienen muy bien montado.

Pero bueno, el caso es que me encanta leer libros en francés (en voz alta, mejor) y ver peliculas, y tener conversaciones conmigo mismo en la ducha en francés. Anoche estaba teniendo una de esas conversaciones mientras me lavaba la cabeza, y me acordé que hace meses le habia dicho a Deidamia que iba a escribir un post sobre las razones por las que a veces quisiera ser francesa.

Y pensando en esto, me acordé de S., mi antigua compañera de piso francesa en Valencia, que resultó ser un poco psicopáta, y me pareció un tema más interesante para contarles.

En Valencia yo vivía en un apartamento gigante de los años cincuenta en el casco antiguo de la ciudad. Yo llegué ahi por medio de mi amigo Jorge, un argentino completamente loco, al que yo tengo inmenso cariño. El apartamento tenia cinco habitaciones, que no alquilabamos nosotros, sino el dueño (menudo negocio!); y siempre habia estado ocupado por hombres, siendo yo la primera mujer en llegar ahi, por lo que me dieron la habitación más grande con balcón.

Después de meses de compartir piso con cuatro hombres: un skater junkie, un treintañero gay, mi ex-novio y mi amigo Bori; el primero, que nos habia dado ya bastantes sustos (una vez lo fue a buscar la policia por vender farlopa en las discotecas), por fin se marchó...y el dueño del piso, supuestamente para complacerme a mi, alquilo la habitación a una chica: S.

S. llegó con un look muy francés: pantalones tie-dyed a la rodilla, trenzitas en el pelo y una camisola de la India, donde habia estado visitando a un amigo hacia apenas unos meses.

La mudanza la hizo en su carrito tipo mini-morris (pero de los modernos), que habia conducido desde el sur de Francia!

Inmediatamente hizo suyo el salón común, poniendo fotos "surrealistas" y postales de esas que te dan en los bares por todas partes, incienso en todas las esquinas, plantas en el balcón y música africana sonando sin parar.

Todas estas cosas ya las habia hecho yo antes, pero a mi obviamente no me quedaban con tanto estilo porque yo, como saben, crecí comiendo tostones. Hasta el CD de ritmos africanos de ella, lo habia conseguido por medio de una banda que conoció en un festival de las culturas de su ciudad, y con quien hizo amistad, consiguiendo que le enviaran su CD desde Africa. El mio, por otro lado, era comprado en la FNAC. En fin, que a ella le lucia y a mi no, y a los muchachos les encantaba.

A S. le fascinaba hacer amigas, cuantas más, mejor; y por eso inmediatamente intentó ponerse de mi lado bueno invitandome a ver peliculas gratis al Centro Francés y a exposiciones de arte (cosas que ya yo hacia antes, pero que a ella le gustaba pensar que estaba introduciendo en mi vida, porque a los franceses les encanta culturizar).

El caso es que ella era feliz haciendo alguna actividad enriquecedora, y a toda costa queria que todo el mundo le hiciera coro. Nosotros tratamos: probamos las alcachofas en conserva que le mandó su abuela italiana una vez, tomamos su té de la India y hasta sus cigarillos de canela (ella tenia demasiado estilo como para fumar un Malboro cualquiera) que se trajo de Katmandu, que a mi casi me ahogan; y la acompañamos a mil y una salidas "artisticas", hasta que un día comenzamos a declinar sus invitaciones. No porque no nos gustasen sus actividades, pero no era el tipo de cosas que nos gustaba hacer TODOS los días, y nos estaban quitando mucho tiempo de salir a los bares a tomar cerveza y comer tapas!

Inmediatamente, su caracter cambió. Comenzó a expresar todo tipo de quejas sobre nuestra forma de cuidar el apartamento, y prácticamente todo lo que nosotros haciamos le molestaba, y lo hacia bastante obvio.

Un día llegó a casa a las tantas, después de haber ido a una presentación de arte "alternativo", y queria invitar a sus amigas a beber té.

Yo estaba en mi habitación durmiendo como un lirón, porque al otro día trabajaba (era mi época de esclavizarme como camarera); mi ex y el Bori habian salido de parranda, y el otro muchacho también dormia.

El último en entrar habia cerrado la puerta desde dentro por error, y ella al tratar de abrir desde fuera no podia. Tocó el timbre varias veces pero nadie la escuchó, asi que....llamó a la policia!!

Los dos agentes lo único que podian hacer era tocar el timbre al igual que ella (no esperaria que tumbaran la puerta, no?). Y en esa ocasión, el otro muchacho sí que escuchó y fue a abrir. A continuación, los agentes tuvieron que presenciar una señora escena, con la francesita gritando como una loca, y que eventualmente me tiré yo también porque me despertó de los gritos.

Cualquiera creeria que habiamos matado a su gato. Por Dios!! Y lo más increible del caso es que yo, con el sueño, simplemente me quedé callada, y fue el otro muchacho el que se encargó de mandarla a la porra.

A esa discusión la siguió otra cuando los otros muchachos del piso le recriminaron al día siguiente, su actitud de la noche anterios, y no les sorprenderá saber que a los pocos días empacó las plantas, el incienso y el té en el mini-morris como pudo...y nunca más la volvimos a ver.

"Au-revoir S., ...tu sans doute n'est pas Amelie!"

6 Responses to “Not quite Amelie”

  1. # Blogger DINOBAT

    Hola que tal?, como estás?, interesante el blog, nos leemos, saludos,


    JD  

  2. # Blogger hello@marialuisagarcia.info

    Elle c'etait une fou putain, surement!
    En francés suena tan bien!;)  

  3. # Anonymous Anonymous

    me gusto mucho este post!

    Muchas veces tenemos esas fantasias de querer pertenecer a otras culturas, por que nos dejamos llevar de las cosas lindas que nos muestran, pero inmediatamente vemos las cosas malas de las otras culturas caemos en la realidad.

    A mi tambien me encantan las peliculas francesas, nos muestran un mundo que las de hollywood nos niegan.

    Je ne savanis pas que vous parliez francais! C'est tres interesant, recemment, je lu le romance apelle "l'amour dure trois jour."


    Franchement, elle n'etait pas, la chere amelie.
    tenia unos minutitos libres y decidi pasar por aqui.

    Besos!

    Te dejo una bolsa de platanos baratos,
    No se lo digas a nadie!  

  4. # Blogger Carolina

    Bakaanit, merçi beaucoup pour le "platanos", c´est un plaisir voir-toi fair un stop a tes vacances pour lire-moi...je suis honorée.  

  5. # Blogger Deidamia Galán

    que risa! sobretodo porque vivo con 3 franceses (roommates :P ) pero estos no son parisienses como seguro era esta senhorita, segun me dicen son otro rollo la gente de provincia... mmmm aunque pensandolo bien, en la parte de "les gusta culturizar" pues creo que si, definitivamente si sienten que saben un poquito mas que todo el mundo. :P
    Ademas de otras cositas que realmente no me cuadran, ya no son mi hits los franceses...  

  6. # Anonymous Anonymous
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