Una infancia de tres pares de ....
7 Comments Published by Carolina on Sunday, December 24, 2006 at 3:36 PM.A pesar de la disciplina de mi mamá, y de las amenazas de la correa "que picaba" de mi abuelo (que nunca llegamos a conocer); a mi de pequena me malcriaron. Me malcriaron porque yo la mayor parte del tiempo me salí con la mia y me la pasé bomba.
Ayer se me ocurrió pensar que la vida de casada me ha regresado algo de mi infancia: estoy de vacaciones de navidad, y estoy en casa, tirada en el sofa, viendo tele y haciendo nada; sin preocupación alguna, porque por arte de magia (entiéndase, el marido) la cena está lista a tiempo, y ni tengo que pararme a buscarla, me la traen al sofa. Igualito a cuando vivía en casa de mis padres. Y es que asi de malcriada me tenian.
Los niños de ahora son felices, tienen prácticamente de todo; una buena infancia, no lo dudo. Pero la mia, esa sí que fue una pasada!
De forma muy resumida, he aqui lo que para mi fue una infancia "de tres pares de cojones":
Un patio muy grande, con perros, con una mata de aguacate en forma de caballo, usada para jugar a eso, a los caballitos; y que cuando no era un caballo, era la casa de las barbies, cada rama un apartamento. Y hablando de barbies, estas se guardaban en una nevera de playa, junto con diez mil cosas mas, que mi abuela nos sacaba y tirabamos por toda la galeria, y nos mantenía ocupadas durante horas.
Y luego venian las bicis; que sólo podiamos montar por la cera, al principio; y con los años y la edad ya pudimos montar por la calle, y por todo el vecindario. Yo me conocia Los Prados como la palma de mi mano, podia andarlo a ciegas...aunque nunca lo probé; pero sí que probé montar sin manos, era una verduga en eso, podia ir desde el principio de la calle, desde la casa con el arbolón, hasta casa de mi abuela al final...y creánme, la distancia era larga.
Mi abuelo fue quien me enseñó a montar bici, en una BMX roja, que un buen dia, sin avisarme, me salta con que le va a quitar las rueditas. Y yo: "ok, pero no me sueltes", y va y me suelta! Y por un segundo me sentí defraudada, pero no me caí y entonces adoré a mi abuelo.
Los sabados teniamos que ayudar a limpiar la casa de mi abuela, que al principio era bien aburrido, pero terminabamos lavando el camión de Pan Pepin de mi abuelo, y nos lo pasabamos bomba. Siempre nos peleabamos por la manguera.
Luisa no inventaba nada bueno. Ella fue quien se inventó lo de subir al techo todos los dias mientras los buelos dormian la siesta. Y un dia se dieron cuenta, y nos quitaron la escalera; entonces Luisa se inventó subir usando la puerta del lavadero como escalera. Y en eso nos pasabamos una hora todos los dias, en subir al techo a hacer nada, a coger cajulitos y poco más. Una vez hasta subimos al perro. Y los otros dias, me enteré que Luisa hasta se tiró del techo una vez!
Y a diferencia de los niños de ahora, yo conocia a mis vecinos. Nos pasábamos la vida juntos. No se podia salir a la calle hasta acabar la tarea; por eso es que yo siempre hacia mi tarea. Y nos gaviabamos en árboles, y paredes, y jugabamos al escondite, y kid-ball, o como se llame, y jazz, y hablabamos de novelas y de muchos disparates. Haciamos collares con las flores de los coralillos, y carreras de bicicletas, y guerras de coquitos, que daban mas duro que el diantre.
Se cenaba temprano, para que cuando llegara mi mamá del trabajo a buscarnos, estuvieramos cenadas y listas pa ir a la cama. Y después de cenar, mientras esperabamos veiamos la tele; y si no habia luz, nos sentabamos en el patio con los buelos a ver la estrellas. Y mi abuelo se inventaba las constelaciones, y hasta hace poco más de dos años, yo juraba que habia una constelación llamada "la osa mediana".
Y podria seguir, pero esto me está quedando ya muy largo...
Yo ahora sólo me pregunto una cosa...a dia de hoy, a dónde es que hay que irse a vivir para dar una infancia asi a tus hijos?
Ayer se me ocurrió pensar que la vida de casada me ha regresado algo de mi infancia: estoy de vacaciones de navidad, y estoy en casa, tirada en el sofa, viendo tele y haciendo nada; sin preocupación alguna, porque por arte de magia (entiéndase, el marido) la cena está lista a tiempo, y ni tengo que pararme a buscarla, me la traen al sofa. Igualito a cuando vivía en casa de mis padres. Y es que asi de malcriada me tenian.
Los niños de ahora son felices, tienen prácticamente de todo; una buena infancia, no lo dudo. Pero la mia, esa sí que fue una pasada!
De forma muy resumida, he aqui lo que para mi fue una infancia "de tres pares de cojones":
Un patio muy grande, con perros, con una mata de aguacate en forma de caballo, usada para jugar a eso, a los caballitos; y que cuando no era un caballo, era la casa de las barbies, cada rama un apartamento. Y hablando de barbies, estas se guardaban en una nevera de playa, junto con diez mil cosas mas, que mi abuela nos sacaba y tirabamos por toda la galeria, y nos mantenía ocupadas durante horas.
Y luego venian las bicis; que sólo podiamos montar por la cera, al principio; y con los años y la edad ya pudimos montar por la calle, y por todo el vecindario. Yo me conocia Los Prados como la palma de mi mano, podia andarlo a ciegas...aunque nunca lo probé; pero sí que probé montar sin manos, era una verduga en eso, podia ir desde el principio de la calle, desde la casa con el arbolón, hasta casa de mi abuela al final...y creánme, la distancia era larga.
Mi abuelo fue quien me enseñó a montar bici, en una BMX roja, que un buen dia, sin avisarme, me salta con que le va a quitar las rueditas. Y yo: "ok, pero no me sueltes", y va y me suelta! Y por un segundo me sentí defraudada, pero no me caí y entonces adoré a mi abuelo.
Los sabados teniamos que ayudar a limpiar la casa de mi abuela, que al principio era bien aburrido, pero terminabamos lavando el camión de Pan Pepin de mi abuelo, y nos lo pasabamos bomba. Siempre nos peleabamos por la manguera.
Luisa no inventaba nada bueno. Ella fue quien se inventó lo de subir al techo todos los dias mientras los buelos dormian la siesta. Y un dia se dieron cuenta, y nos quitaron la escalera; entonces Luisa se inventó subir usando la puerta del lavadero como escalera. Y en eso nos pasabamos una hora todos los dias, en subir al techo a hacer nada, a coger cajulitos y poco más. Una vez hasta subimos al perro. Y los otros dias, me enteré que Luisa hasta se tiró del techo una vez!
Y a diferencia de los niños de ahora, yo conocia a mis vecinos. Nos pasábamos la vida juntos. No se podia salir a la calle hasta acabar la tarea; por eso es que yo siempre hacia mi tarea. Y nos gaviabamos en árboles, y paredes, y jugabamos al escondite, y kid-ball, o como se llame, y jazz, y hablabamos de novelas y de muchos disparates. Haciamos collares con las flores de los coralillos, y carreras de bicicletas, y guerras de coquitos, que daban mas duro que el diantre.
Se cenaba temprano, para que cuando llegara mi mamá del trabajo a buscarnos, estuvieramos cenadas y listas pa ir a la cama. Y después de cenar, mientras esperabamos veiamos la tele; y si no habia luz, nos sentabamos en el patio con los buelos a ver la estrellas. Y mi abuelo se inventaba las constelaciones, y hasta hace poco más de dos años, yo juraba que habia una constelación llamada "la osa mediana".
Y podria seguir, pero esto me está quedando ya muy largo...
Yo ahora sólo me pregunto una cosa...a dia de hoy, a dónde es que hay que irse a vivir para dar una infancia asi a tus hijos?